SIN NOTICIAS DEL EDÉN

Abandono la paz de los desiertos, la Arcadia feliz de los libros y la música; con vista y oído, que no con la palabra, digo hasta luego a mis queridos muertos: ¡hasta luego! Miguel, Jorge Luis, Francisco, Gustav, Charles…, y asomo la cabeza a ver cómo va el mundo.
Obsesión incorregible, como inútil. Uno espera –sabiendo con certeza que se engaña- encontrar otra cosa. Pero, no. Lo mismo. Vanidad y miseria moral.
La vida no es una obra de teatro; aunque todo sea –tal vez- para nosotros, los humanos, representación; e, incluso, farsa. Aunque la obra esté escrita y los papeles repartidos; aunque se nos haya hecho creer que hemos elegido al personaje y que todo terminará racionalmente, como debe, la vida, sin embargo, no la ha escrito Shakespeare.
Que la vida va en serio uno lo sabe demasiado tarde. Después de haber vivido, como lo supo Jaime Gil de Biedma. Va en serio, y por su cuenta. No se atiene al libreto que nos dieron.
En un mundo que es todo cambio, sólo cambio, nada, sin embargo, cambia en el anhelo humano. El ser humano es estúpidamente incorregible. Schopenhauer lo supo, y antes, mucho antes, la sabiduría hindú lo vislumbró. Sólo hay deseo insatisfecho. Sólo frustración. Sueños.
La vida no sigue un plan trazado, ¿por qué empeñarnos, pues, en lo contrario?
Tal vez –como ocurre con todas las religiones- para no enfrentarnos al vacío y al sinsentido. Para engañarnos. Para hacer soportable el hedor de eso que llamamos “lo humano”.
Asomo la cabeza y, como Noé, suelto la paloma con la esperanza de que regrese con una rama de olivo en el pico. Mas sé bien que no habrá olivo, incluso que no hay paloma, sino espejismo. Sólo cieno; o, peor, vacío. Vacío podrido.
No obstante, mañana sucumbiré al mismo impulso. Así es la naturaleza humana. Ahora, vuelvo a mi corazón y a mis asuntos, como Miguel. También sin consuelo. O, mejor dicho, buscando el consuelo redentor del arte y de los libros; la incondicional y misteriosa devoción canina y la dulce servidumbre de la amistad y el amor.
Max Estrella, cesante de hombre libre.
Mayo, 2013