Como aquí hoy, cuarenta
años de los mismos y de lo mismo: atraso, sumisión, limosneo… Entonces,
como ahora, en el vagón de cola de una Europa próspera y lejana, cada vez más
lejana. Y un régimen omnipresente y opresor.
Recuerdo aquellos años
sin nostalgia alguna. Al contrario. De aquello sólo quedó el sabor amargo de la
frustración. Y el tiempo perdido.
Éramos jóvenes, y ya se
sabe cómo son los jóvenes. Aristóteles, ¡cómo no!, lo clavó: “…todo lo hacen en exceso: aman en exceso,
odian en exceso y en todo lo demás por el estilo. Creen saberlo todo y están
absolutamente seguros…
Son
confiados porque aún no les han engañado muchas veces, y esperanzados…También
son engañadizos, pues se esperanzan con facilidad…”
Éramos jóvenes, y fuimos
háb(v)ilmente utilizados. Tontos útiles,
nos advertían los señores mayores con bigote de lápiz.
Yo fui candidato al
Congreso de los Diputados. Como los partidos a la izquierda del PCE –
junto
con éste, la única oposición al franquismo- no habían sido legalizados,
concurrimos (el Partido del Trabajo de España y Ezquerra Republicana de Cataluña)
en una coalición electoral llamada Frente Democrático de Izquierdas. El
programa electoral era similar a lo que hoy, cuarenta años más tarde, defienden
los podemitas. O sea, contra todo: contra España, contra la Iglesia, contra el
capital, contra los empresarios, contra los EE.UU…en fin, contra el género humano
con la excusa de conducirlo –a la fuerza, quiera o no- a la Tierra Prometida.
No conservo ningún
recuerdo material de aquello, salvo una casete que repartimos durante la
campaña, con el himno de campaña del FDI (…a
luchar, a vencer, con el Frente Democrático de Izquierdas…), el discurso
grandilocuente del Líder Carismático (el camarada Eladio García, alias Ramón
Lobato; que hoy –cómo no, como tantos otros de aquéllos- liba de la Gran Ubre)
y unos tanguillos del camarada Manuel Gerena (…el martillito pa los de Industria y los derechos de la Mujer…).
Recuerdo la publicidad en uno de los diarios (creo que Córdoba) y me da risa.
Parecía, más que la presentación de una candidatura, un reclamo policial.
Wanted. La banda de los barbudos. Fulano, 23 años, profesor,
tantos años de cárcel…Mengano, 23 años, abogado, dos detenciones…Zutano, 25
años, empleado, le piden tantos años en Consejo de Guerra y en el Tribunal de
Orden Público…Y es que, por lo que se ve, el principal mérito o requisito era
haber visitado las mazmorras del régimen, o estar en trance de hacerlo.
Ni que decir tiene que
no sacamos ni un diputado.
No sé lo que dirán hoy
los diarios ni las televisiones. O mejor dicho, lo que habrán dicho, pues
escribo esto en los últimos minutos del día. Me lo imagino. Pero los que
vivimos aquello sabemos que se trata de un cuento. Otro cuento más, de los que
la gente gusta que les cuenten. La ansiada democracia. La fiesta cívica. El
ejemplo al mundo…
La realidad fue otra. Franco
murió en la cama y el franquismo también. Se agotó el régimen, porque el franquismo
era Franco. No había detrás ningún proyecto político; inicialmente lo hubo –el falangismo,
fundamentalmente-, pero Franco se encargó de liquidarlo tempranamente.
Y entonces, en aquél 77,
con el permiso de los que siempre mandan, surgieron como setas en otoño los
amantes de la libertad y los antifranquistas sin Franco. El noble pueblo
español. No es tan bonita esta historia, ¿verdad?
40 años. Si hacemos caso
del tango, el doble de nada.
Junio, 2017