DESPUÉS SOLO HUBO LODO

 

 De que poco sirvió

hacer la revolución en las tabernas…

Los años nos mostraron

qué ilusa estéril patria

era nuestro legado;

o, peor todavía,

qué legado de espanto

la Arcadia prometida.

El tiempo desveló

-riguroso y cruel

verdugo de ilusiones-

una inmensa mentira.

Esos años perdidos

a la busca de un sueño

que se supo imposible,

urdido por filántropos

gazmoños y onanistas,

que buscan solamente

su propio beneficio.

Esos años robados

a la ingenua inocencia

de la ambiciosa y zote juventud,

siempre dispuesta a comerse el mundo,

siempre tan adanista. Sin embargo,

los años se encargaron

de someter los sueños

al frío orden cósmico:

Homo homini lupus

Después solo hubo lodo.


Noviembre de 2022