MEMENTO


Un mensaje de guasap me da noticia del hecho luctuoso. Julio ha muerto. El país pierde a un buen hombre. Es verdad que como político Julio Anguita era lo que se dice un verso suelto dentro del comunismo y de la clase política. No he conocido a nadie –y he conocido a muchos- que siendo comunista no fuese un sectario irracional. Yo mismo lo fui. Nos educaban, nos adoctrinaban más bien, para eso: para el furibundo sectarismo. Así, como curiosamente ocurre ahora con este partido sanchista y con Podemos, nada fuera de la secta era aceptable, ni ética ni políticamente. Cualquier opinión disidente del dogma era denostada, cualquier obra fuera de la ortodoxia condenada. De tal modo, nos era vedado, por ejemplo, leer a Aleksandr Solzhenitsyn; qué digo leer, mencionarlo sólo. Y así también sucedía con cualquier cineasta, actor, pensador, etc.; la izquierda tenía, pues, su índice o lista negra no escrita. Era fácil: todo lo que no sirviera a la causa era sospechoso.
Julio no era así. Julio no era ni de lejos un sectario, muy al contrario. Tan sólo en una ocasión -en que nos guiaba a un grupo de amigos en una gira personal por esa Córdoba que tan bien conocía y amaba- cerca de las caballerizas reales, se hizo el sueco cuando no sé cómo salió en la conversación el episodio de Andrés Nin. Fue a lo más que llegó.
Y es que Julio era una persona rigurosa, íntegra, amable dentro de esa gravedad estoica que abunda en el carácter de los cordobeses, inteligente, noble, modesto, respetuoso de las opiniones ajenas, aunque no fuesen las suyas, pero, sobre todo, era una buena persona.
He tenido la fortuna de conocerlo y el placer de tratarlo, era un excelente conversador, culto y leído. También sencillo en sus maneras, campechano; recuerdo cierta vez en la Alpujarra, en una barbacoa, bebiéndose el caldo de la ensalada: “lo mejor de la ensalada es el cardo”. Odiaba el vedetismo de los políticos al uso; “señora que no soy un cómico”, increpaba secamente a las personas que a veces se acercaban a pedirle un autógrafo.
Se hace más negro el luto de España, hoy. Nos ha dejado un gran hombre. Un Grande de España. Descansa en paz Julio. No te olvidaremos.
Negro mayo 2020