LAS COSAS QUE IMPORTAN



Necesariamente he de comenzar disculpándome ante los lectores por este silencio que ha durado casi seis meses. La vida golpea a veces con demasiada dureza, por mucho que creamos que estamos preparados para encajar los golpes. Luego, también, están las obligaciones. No me refiero a las de carácter moral. No estoy hablando de ética –como diría Johnny Caspar-, hablo de algo más prosaico, hablo de las obligaciones sinalagmáticas, o sea, del trabajo. En el que hay momentos que te absorbe hasta el tuétano.
Ahora, cuando el bálsamo del tiempo ha aplicado su remedio contra las desdichas y cuando, como dijo el poeta, ya no guardo ganado, ni ya tengo otro oficio, tomo la pluma nuevamente y prometo entretener –o, al menos, procurarlo,- al desocupado lector que se asome a estas páginas.
De todos es sabido que los funcionarios, si son de raza, se parecen mucho a las ratas y ratones: poseen una indeclinable atracción por el papel, los rige una inexorable pulsión de acopio. Yo, con perdón, la padezco. Así que, siguiendo los protocolos no escritos, juzgué que lo más oportuno para estrenar mi recién adquirida condición de jubilado era poner cierto orden en el caudal documental acumulado durante décadas. Como comprenderá el lector, y ya advirtieron los sabios, los  afanes humanos son pura vanidad. De modo que, después de perder horas y horas, casi todo ardió en la hoguera de las vanidades, es decir, fue a parar al contenedor. Se salvaron, no obstante, algunas cosas de valor que compartiré con el lector. Algunas, como la que ofrezco a continuación, digamos que estaban traspapeladas y nada tienen que ver con mi vida laboral. O sí, si hacemos caso a Ángel González: su biografía, es decir, su expediente… Ahí va esto que encontré escrito a máquina en media cuartilla ya pajiza:
“Viernes día 4 de junio del 92
Hoy día 4 de junio saldremos de excursion toda la clase y yo, pero solo si nos portamos bien. Vamos a ir a la gruta de las maravillas y dicen que alli se ven cosas muy bonitas, yo no he ido asi que no se si sera verdad. Estamos en la semana de exámenes, pero mañana no tenemos ninguno asi que no tenemos de que preocuparnos.
Todo esto me lo estoy inventando, solo he dicho la verdad diciendo que es una de las semanas de exámenes, porque mañana si tengo uno, y el lunes otro y el martes otro. Estoy escribiendo esto porque tengo ganas y no por otra cosa. Yo no suelo usar la máquina de escribir ya ahora que me he acordado me he puesto ha escribir, puede que tenga muchas faltas pero eso es porque no la uso desde que tenia unos ocho o siete años y ahora tengo diez. En mi cole hay taller de informatica y estoy ya acostumbrada asi que escribo mas rapido, yo me he quedado sorprendida al ver que puedo escribir tan deprisa. Bueno tengo que irme ha estudiar y ha hacer los deberes. Maria……5A”

Mayo, 2018