Entramos en el Trastevere cruzando los dos puentes
–Fabricio y Cestio- que unen la Isola
Tiberina a cada una de las orillas del Tíber. El Trastevere inevitablemente
evoca a Triana. El Trastevere es Triana en Roma. No sólo comparten, a mi modo
de ver, el significado etimológico de sus nombres (Más allá del río), sino el espíritu que anima su singularidad, su
pintoresquismo. Comparten el alma… ¡y los pavías de bacalao! que, aunque en el
Trastevere les llaman “filetto de baccalá”, están igual de ricos.
Mayo,2017